“El Barcelona echa de menos a Samuel Eto´o”. “El fichaje más caro de la historia del Barcelona ha resultado ser un fiasco”. “Samuel vuelve”. Así se las gastan los medios de comunicación cuando hablan de Zlatan Ibrahimovic. Y es que no hay jornada en la que el sueco no sea cuestionado, bien por su falta de acierto de cara a portería o bien por su “agresivo” carácter dentro del terreno de juego.
Cuando Zlatan Ibrahimovic aterrizó en Barcelona allá por el mes de julio todo eran halagos y euforia colectiva (no es para menos cuando Joan Laporta pagó casi 88 millones de euros por el sueco), pero a medida que avanzaba la temporada, las lisonjas se transformaron en críticas. La prensa deportiva se está cebando con Ibracadabra y consideran que fue un error por parte del hexacampeón haberse deshecho de Eto´o para traer en su lugar a un jugador tanto o más conflictivo que el camerunés y con menos olfato goleador. De hecho, todas las semanas, cuando juega el Barcelona y el ex del Inter de Milán falla alguna clara ocasión, los periodistas alzan sus voces al cielo, acusan a Ibra de lento, despistado, de que está mal, de que no se adapta al juego en España y se lamentan fervientemente de haber dejado escapar al camerunés. “A estas alturas, Ibrahimovic lleva tantos goles menos que Eto´o el año pasado” es una de las frases más repetidas en los medios de comunicación.
Pero esto no es todo. El momento cumbre “anti-Ibrahimovic” llega cuando se tilda al sueco de agresivo, de que “Guardiola tiene que cambiarle porque si no su equipo se va a quedar con 10”. El pasado sábado, cuando los de la Ciudad Condal perdieron el liderato en Almería, se llegó a decir que el Barcelona debería jugar todos los partidos con 10 jugadores porque Ibrahimovic lo único que hizo fue molestar (los blaugranas desplegaron su mejor versión con el sueco ya en las duchas).
La imagen que se está labrando en España de uno de los mejores nueves del mundo es preocupante en el sentido de que, semana tras semana, se repiten las mismas descalificaciones casi automáticamente, dejando de lado los lances del juego. Por ejemplo, si Zlatan es expulsado, aunque sea injustamente, ya significa que está ansioso porque no le salen las cosas y muestra su frustración arreándole una buena patada/codazo/etc. al rival. O si no manda al fondo de las mallas cualquier balón que caiga en sus pies ya se está clamando por la vuelta de Eto´o.
Odiosas comparaciones
Pero, ¿realmente son ciertas esas comparaciones? Claramente, el camerunés llevaba más goles en su cuenta particular la temporada pasada a estas alturas, como periódicos, radios y televisiones no dejan de repetir hasta la saciedad. Lo que no dicen es que también el promedio goleador de Ibrahimovic en el Inter de Milán en la campaña 2008-2009 era superior al que tiene Samuel Eto´o actualmente con la camiseta nerazurra. Por otro lado, al comparar las actuaciones individuales y la efectividad de los dos delanteros en la presente temporada, el gato al agua se le lleva el sueco: Ibrahimovic ha conseguido 12 goles en 19 partidos de Liga (un gol cada 142 minutos disputados) y el camerunés, 8 tantos en 16 encuentros del Calcio (marcando cada 180 minutos). Finalmente, no hay que olvidar que quien la temporada pasada se hizo con el pichichi (llamado capocannoniere en la Serie A italiana) y fue reconocido como el mejor futbolista del Calcio fue el sueco, mientras que en la Liga española el galardón a máximo goleador se lo llevó Diego Forlán, el delantero del Atlético de Madrid (con 32 goles en 33 partidos) y no Samuel Eto´o.
Por tanto, sobre quien debería recaer la presión de alcanzar los méritos de su alter ego no debiera ser Zlatan Ibrahimovic, porque, de momento y con los números en la mano, va por delante en esta particular carrera.