lunes, 1 de octubre de 2012

El Madrid recupera la chispa

Cristiano celebra un gol. Andres Kudacki (AP)

El Deportivo marca primero y su tanto sirve para despertar a los de Mourinho, que acaban goleando y con un hatrick de Cristiano Ronaldo

El Santiago Bernabéu volvió a disfrutar anoche de ese Real Madrid explosivo que se coronó campeón de Liga la pasada temporada. Después de los baches del principio del curso, los de Mourinho tienen que recuperar el tiempo perdido y los ocho puntos que les separan del Barcelona. Ayer, la víctima fue el Deportivo de la Coruña. Los gallegos espabilaron al Real Madrid con el gol de Riki en el minuto 15 y a partir de ahí no hubo réplica posible.



Los blancos empiezan con nota la dura semana que tienen por delante, con Ajax y Barcelona al acecho. Por eso ayer el técnico luso cambió las piezas de su puzle habitual: colocó a Sergio Ramos en el lateral derecho y a Varane de central con Pepe. El francés aún tiene mucho que mejorar, como demostró al dejarle el camino libre a Riki en el gol deportivista. Xabi Alonso se quedó en el banco y su lugar lo ocupó Luka Modric, pareja de baile de Khedira. El croata dejó para el recuerdo una acción de highlights, el pase entre líneas que en el minuto 37 colocó a Di María mano a mano con el portero. El argentino, incandescente, certificó la remontada madridista (2-1).



El Deportivo intentó con más esfuerzo que éxito seguir los pasos de Getafe (2-1) y Sevilla (1-0) y dar el campanazo, esta vez en el Bernabéu. La diferencia estuvo en que el tempranero gol de los gallegos sirvió para prender la mecha de los de Mourinho, que recuperaron el juego explosivo que tanto les caracteriza. Di María fue el máximo exponente. El argentino se aprovechó del veterano Manuel Pablo, que ya no está para vérselas con un futbolista como El Fideo. En una de sus internadas al área, el defensa deportivista no pudo frenar al argentino y cometió penalti justo sobre la línea. Cristiano Ronaldo no falló la pena máxima.

El propio Di María, el mejor del choque, fue también el encargado de hacer efectiva la remontada. Modric sacó la escuadra y el cartabón, se quitó de en medio a toda la defensa de los de Oltra y colocó al argentino solo delante del portero. Su tiro rebotó en el palo, pero el rechace le favoreció y el esférico acabó en la red. El Madrid, que no está para regalar más puntos, sentenció antes del descanso. La banda derecha fue su pista de despegue, con Di María y Sergio Ramos de pilotos. Al filo del descanso, el sevillano recibió sin oposición un balón en el área. Tiró a puerta y Aranzubía repelió el esférico. Cristiano Ronaldo, con su potencia habitual, se sobrepuso a la zaga blanquiazul, que solo pudo ver como el portugués hacía, de cabeza, el tercero.

En la reanudación, el Deportivo se resignó. Sabe que su guerra no es ésta. El Madrid bajó sus revoluciones, pero consiguió dos goles más. Uno, obra de Pepe, que remató de cabeza un saque de falta de Xabi Alonso. El último subió a la cuenta de Cristiano, que se llevó el balón a casa y ya ha igualado a Messi (6 goles). La pegada del Madrid ha vuelto cuando el equipo más lo necesita, a una semana del Clásico en el Camp Nou

El Atlético de Madrid se coloca segundo a costa del Espanyol

Koke y Turan celebran el gol con Raúl García / Josep Lago (AFP)

Los rojiblancos dominan la primera parte, pero tras el gol de Raúl García intentan administrar su ventaja echándose atrás

El Atlético de Madrid tentó a la suerte ayer en el estadio de Cornellá-El Prat. Lo hizo como tantas otras veces, en las que el azar dio la espalda a los rojiblancos a pocos minutos para el final. Pero este Atleti, el del Cholo, parece otro. Va segundo en Liga, no conoce la derrota y se ha mostrado solvente tanto en ataque –Falcao es pichichi con siete goles- como en defensa. Pero anoche el Atlético estuvo a punto de revivir sus peores pesadillas. La culpa la tuvo el conservadurismo.



Raúl García hizo de Falcao. El delantero colombiano, con una sobrecarga en el abductor, no viajó a Barcelona. Fue el ex de Osasuna el que se encargó de abrir el marcador con un testarazo en el minuto 29. Juanfran se la puso desde la derecha y el navarro certificó el dominio rojiblanco. Un gol que significó dos cosas: por un lado, tres puntos que echan a volar la imaginación de la afición, que ya sueña con terminar con el dupolio Real Madrid-Barcelona. Por otro, que el equipo pasara de dominar el encuentro a darle el balón a los de Pochettino.

Al Atlético le salvó que el Espanyol es un equipo perdido, que pulula por el campo sin ton ni son. Durante la primera parte, los pericos solo tiraron una vez a puerta. A pesar de todo, el colista de primera puso en aprietos a los de Simeone, que se pasaron todo el segundo tiempo metidos en su área, con la esperanza de que alguno de sus hombres más rápidos sentenciara a la contra. Los madrileños tuvieron sus ocasiones en las botas de Adrián y del Cebolla Rodríguez, que sustituyó al lesionado Arda Turan. Pudieron confirmar que este Atlético es otro, que se acabó eso de sufrir. Pero no. Desperdiciaron tres ocasiones, la más clara la del ex del Deportivo de la Coruña, que en una gran jugada individual, dejó rotos al portero Cristian y a Raúl Rodríguez. Hizo lo más difícil. Pero Adrián no es un killer. Ni siquiera un goleador. Es un jugador con magia en los pies que se achanta cuando ve la red. Caño al cancerbero y rechace para el defensa perico. Adrián eligió el palo corto, lo más complicado, el único hueco que estaba tapado. Al otro lado tenía cinco metros de portería vacía. Oportunidad desperdiciada.

El Atlético pasó de poner en evidencia al Espanyol en la primera mitad a darle alas tras el descanso. De dar rienda suelta a ese fútbol que convoca a los aficionados frente al televisor a especular con un resultado que, a medida que pasaban los minutos, parecía más incierto. Dicen que el que perdona, la paga. Es una historia bien conocida para los atléticos. Longo y Stuani pusieron a prueba a Courtois, que no titubeó al verse descubierto. Y es que intento de cerrojazo de sus compañeros fue más bien una puerta entreabierta que el rival aprovechó para colarse hasta la cocina. El partido se convirtió en un tira y afloja, jugadas del Espanyol seguidas de contras del Atlético. Ni lo uno ni lo otro fue suficiente para mover el marcador. Los rojiblancos consiguieron administrar su ventaja y siguen en la estela del Barcelona.

domingo, 6 de mayo de 2012

Las claves del alirón del Real Madrid

José Mourinho dio con la tecla. La clave para acabar con la hegemonía azulgrana y volver a ganar una Liga cuatro años después. El Real Madrid solo ha perdido dos partidos, contra Levante fuera y Barcelona en casa, y ha superado la mítica cifra de 108 goles que consiguió la Quinta del Buitre en la temporada 89-90. Cristiano Ronaldo se ha convertido en la piedra angular del equipo: supera los 40 goles en Liga y está peleándose con Leo Messi por alcanzar el trofeo Pichichi. Aún así, las críticas no cesan. El juego, el señorío e incluso el estado de forma de Iker Casillas han planeado sobre la cabeza de los madridistas durante toda la temporada.

Las claves de la Liga:

El fin de los experimentos de Mou: El Real Madrid ganó al Barça cuando los blancos jugaron como sabían: sin experimentos, sin trivote, sin Pepe en el centro del campo. Colocar al central portugués en el mediocampo es un suicido: tarde o temprano el equipo acaba jugando con diez. Además el objetivo de anular a Xavi, Iniesta y Messi no se cumplió y Barça acabó jugando la ida de la Copa del Rey en el Bernabéu a placer y sentenciando la eliminatoria a pesar del sensacional partido del Real Madrid en el Camp Nou. En el último Clásico, el Real Madrid jugó con su esquema habitual. Xabi Alonso y Khedira en el centro del campo y recurriendo a contras mortales para sentenciar al Barcelona. Esto combinado con presión y ayudas por parte de todos los jugadores –además del bajo estado de forma de Xavi- dieron la Liga a los de Mourinho en el Camp Nou.

La regularidad de Cristiano Ronaldo: El portugués lleva 45 goles esta temporada. Con esas cifras, y a pesar de haber sido criticado a menudo por “chupón”, pocos peros se pueden poner a su actuación.

El perro y el gato: Karim Benzema ha quitado la titularidad a Gonzalo Higuaín esta temporada. El francés participa en todas las facetas del juego, desde la presión, la combinación y la definición. Lleva 20 goles esta temporada. Pero pese a partir desde el inicio en casi todos los partidos (y en todos los importantes), Higuaín ha logrado dos dianas más que él. El argentino es efectividad en estado puro. Si bien no participa tanto en el juego de equipo como Benzema, se desmarca mejor que nadie. Busca el hueco donde no lo hay y define de primeras, con un acierto desconocido cuando, hace cinco años aterrizó en Madrid. Entre los dos suman 42 goles, los mismos que Cristiano. Son el mejor tridente atacante de la Liga.

Özil: El físico es el único hándicap del alemán que, a pesar de terminar los partidos fundido, demuestra su calidad en cada control, cada pase y cada centro. Empezó la temporada en un bajo estado de forma, con la mente puesta en otro sitio. Mourinho le mimó y le volvió a mimar, hasta que Özil alcanzó el punto en el que se encuentra ahora mismo. Si no fuera por el físico, CR7y Messi, sería el mejor jugador del mundo. Aún tiene margen de mejora.

El Santo: Iker Casillas ha sido criticado esta temporada por sus salidas en falso y por alguna cantada esporádica. El portero madridista no ha tardado en responder a estas injustas acusaciones con esas actuaciones providenciales que le han convertido en el mejor portero del mundo y que han dado al Real Madrid esta Liga. Casillas ha encajado 31 goles en 37 partidos.

El contragolpe: El sistema de juego ideal para el Real Madrid. Imparable. Con los pases de Özil, la precisión de Xabi Alonso, la velocidad de Cristiano y la precisión de Benzema, ningún equipo de Primera puede presumir de no haber recibido algún gol de los blancos.

Las decepciones:

Coentrao: Un timo. Así define la afición madridista el fichaje de este portugués, un capricho de José Mourinho. El Real Madrid pagó 30 millones de euros al Benfica por este chico para todo, que puede jugar de lateral, interior y mediocentro. Jugar, juega: pero mal. Con la excusa de que defiende mejor que Marcelo, ha relegado al brasileño al banquillo en los partidos claves de la temporada. Así se plantó en el 11 inicial contra Bayern de Münich en el Allianz Arena. Y la lió. Una deficiente actuación durante todo el choque –Robben le superó una y otra y otra vez- culminó con el definitivo gol de Mario Gómez en los minutos finales, que acabaría a los de Jupp Heynckes el pase a la final de la Champions.

Pepe: Pisotón intencionado a Leo Messi, patada a su compañero Arbeloa, entradas criminales y simulaciones empañan la imagen del central portugués. Su labor en el corte y la recuperación no es reprochable: es un muro. Pero le pierde la cabeza. Cuando se ve desbordado por el partido, la impotencia le vuelve loco. Pese a su calidad, no merece estar en un equipo como el Real Madrid.

Mourinho: La cara y la cruz. Tenerle como entrenador implica soportar su carácter. Desplantes con la prensa, continuas quejas por las actuaciones arbitrales y una sinceridad que raya en lo teatral enervan a propios y ajenos. Capítulo aparte merece el episodio del dedo en el ojo de Tito Vilanova. Si bien es verdad que muchas veces se pasa de la raya, muchas otras el escrutinio al que cada uno de sus movimientos está sometido hace que se exageren actitudes que con otros entrenadores pasarían desapercibidas.



Los que no dan la talla: Lass, Altintop, Coentrao, Kaká, Sahin,... Mourinho no ha conseguido hacer reaparecer al Kaká del Milan, a pesar de que le ha concedido minutos y confianza.

Rui Faria: El escudero de Mourinho. El que grita más que el míster para que no le expulsen. Su guardaespaldas, el que se lleva las tarjetas en nombre de su jefe. Una figura que ha llevado el ridículo al banquillo madridista.

jueves, 16 de febrero de 2012

Caja Laboral y Lagun Aro estrenan la Copa del Rey 2012 en Barcelona

 En las dos últimas ediciones, la final la disputaron el Real Madrid y el Barça

El Caja Laboral y el Lagun Aro inaugurarán esta tarde a las 19:00 la 76ª edición de la Copa del Rey de baloncesto. El torneo se disputará en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el ganador se conocerá el próximo domingo.

El Real Madrid ha llegado hoy a la Ciudad Condal con el peso de no haber levantado la Copa del Rey desde hace 18 años. Entonces el peso recaía sobre Arvydas Sabonis, Fernando Romay y Chechu Biriukov. Mañana serán Jaycee Carroll, Martinas Pocius y Nikola Mirotic, entre otros, los encargados de dar a los blancos el pase a semifinales ante el Fuenlabrada. La poca suerte de los madridistas en Copa del Rey choca con la estadística del Barça Regal. Los blaugrana se han llevado seis en el mismo periodo de tiempo, incluidas las dos últimos en las que, precisamente, se han impuesto al Real Madrid.

Los de Pablo Laso aterrizan en Barcelona tras haber superado su peor bache de la temporada, en el que cosecharon tres importantes derrotas. Dos de ellas en Euroliga (contra el Bilbao Basket y el Sienna Montepaschi) y otra en la Liga Endesa, también con los bilbaínos como rivales. El pasado fin de semana, el Real Madrid se resarció de sus errores y se impuso al Banca Cívica de Sevilla por más de 30 puntos de diferencia. Los blancos son el equipo más anotador de la ACB, y en Europa solo les supera el CSKA de Moscú.
 
El Barcelona es el otro máximo aspirante al título. Los de Xavi Pascual presumen de ser el conjunto que mejor defiende de Europa, y llegan como líderes de la Liga y de la Euroliga. El Caja Laboral y el Unicaja son, si no hay sorpresas, los favoritos para impedir que la final de los últimos años vuelva a repetirse.

Esta tarde el Caja Laboral y el Lagun Aro se juegan a las siete el pase a semifinales. A las nueve y media será el turno de los anfitriones, que se enfrentará al Lucentum Alicante. Los otros dos partidos (Real Madrid-Fuenlabrada y Unicaja-Banca Cívica) se disputarán mañana viernes.