Todavía no puedo expresar lo que significa para mí que Raúl González Blanco se vaya del Real Madrid. Sólo diré que se marcha el símbolo del club, el más grande, con permiso de don Alfredo Di Stéfano, del mejor club de la historia (los títulos lo dicen). El Raúl Madrid se queda cojo, volvemos a ser "sólo" el Madrid, el Real Madrid.
Mañana el 7, nuestro 7, el 7 del Real Madrid, título que nadie podrá ya arrebatarle, vestirá otros colores que no serán los del club de Chamartín. No me lo imagino. Igual que ir al Bernabéu. Ya no será lo mismo.
Vuelve pronto Capitán, supera a Müller y vuelve, porque ya te esperamos como agua de mayo.
Por cierto, el club debería haberse esforzado un poco más en su despedida. No es un cualquiera, es Raúl. Lo mínimo es publicar un comunicado en el que se diga que la afición va a poder entrar al Bernabéu para despedir a su capitán. Lo mínimo.
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