domingo, 6 de mayo de 2012

Las claves del alirón del Real Madrid

José Mourinho dio con la tecla. La clave para acabar con la hegemonía azulgrana y volver a ganar una Liga cuatro años después. El Real Madrid solo ha perdido dos partidos, contra Levante fuera y Barcelona en casa, y ha superado la mítica cifra de 108 goles que consiguió la Quinta del Buitre en la temporada 89-90. Cristiano Ronaldo se ha convertido en la piedra angular del equipo: supera los 40 goles en Liga y está peleándose con Leo Messi por alcanzar el trofeo Pichichi. Aún así, las críticas no cesan. El juego, el señorío e incluso el estado de forma de Iker Casillas han planeado sobre la cabeza de los madridistas durante toda la temporada.

Las claves de la Liga:

El fin de los experimentos de Mou: El Real Madrid ganó al Barça cuando los blancos jugaron como sabían: sin experimentos, sin trivote, sin Pepe en el centro del campo. Colocar al central portugués en el mediocampo es un suicido: tarde o temprano el equipo acaba jugando con diez. Además el objetivo de anular a Xavi, Iniesta y Messi no se cumplió y Barça acabó jugando la ida de la Copa del Rey en el Bernabéu a placer y sentenciando la eliminatoria a pesar del sensacional partido del Real Madrid en el Camp Nou. En el último Clásico, el Real Madrid jugó con su esquema habitual. Xabi Alonso y Khedira en el centro del campo y recurriendo a contras mortales para sentenciar al Barcelona. Esto combinado con presión y ayudas por parte de todos los jugadores –además del bajo estado de forma de Xavi- dieron la Liga a los de Mourinho en el Camp Nou.

La regularidad de Cristiano Ronaldo: El portugués lleva 45 goles esta temporada. Con esas cifras, y a pesar de haber sido criticado a menudo por “chupón”, pocos peros se pueden poner a su actuación.

El perro y el gato: Karim Benzema ha quitado la titularidad a Gonzalo Higuaín esta temporada. El francés participa en todas las facetas del juego, desde la presión, la combinación y la definición. Lleva 20 goles esta temporada. Pero pese a partir desde el inicio en casi todos los partidos (y en todos los importantes), Higuaín ha logrado dos dianas más que él. El argentino es efectividad en estado puro. Si bien no participa tanto en el juego de equipo como Benzema, se desmarca mejor que nadie. Busca el hueco donde no lo hay y define de primeras, con un acierto desconocido cuando, hace cinco años aterrizó en Madrid. Entre los dos suman 42 goles, los mismos que Cristiano. Son el mejor tridente atacante de la Liga.

Özil: El físico es el único hándicap del alemán que, a pesar de terminar los partidos fundido, demuestra su calidad en cada control, cada pase y cada centro. Empezó la temporada en un bajo estado de forma, con la mente puesta en otro sitio. Mourinho le mimó y le volvió a mimar, hasta que Özil alcanzó el punto en el que se encuentra ahora mismo. Si no fuera por el físico, CR7y Messi, sería el mejor jugador del mundo. Aún tiene margen de mejora.

El Santo: Iker Casillas ha sido criticado esta temporada por sus salidas en falso y por alguna cantada esporádica. El portero madridista no ha tardado en responder a estas injustas acusaciones con esas actuaciones providenciales que le han convertido en el mejor portero del mundo y que han dado al Real Madrid esta Liga. Casillas ha encajado 31 goles en 37 partidos.

El contragolpe: El sistema de juego ideal para el Real Madrid. Imparable. Con los pases de Özil, la precisión de Xabi Alonso, la velocidad de Cristiano y la precisión de Benzema, ningún equipo de Primera puede presumir de no haber recibido algún gol de los blancos.

Las decepciones:

Coentrao: Un timo. Así define la afición madridista el fichaje de este portugués, un capricho de José Mourinho. El Real Madrid pagó 30 millones de euros al Benfica por este chico para todo, que puede jugar de lateral, interior y mediocentro. Jugar, juega: pero mal. Con la excusa de que defiende mejor que Marcelo, ha relegado al brasileño al banquillo en los partidos claves de la temporada. Así se plantó en el 11 inicial contra Bayern de Münich en el Allianz Arena. Y la lió. Una deficiente actuación durante todo el choque –Robben le superó una y otra y otra vez- culminó con el definitivo gol de Mario Gómez en los minutos finales, que acabaría a los de Jupp Heynckes el pase a la final de la Champions.

Pepe: Pisotón intencionado a Leo Messi, patada a su compañero Arbeloa, entradas criminales y simulaciones empañan la imagen del central portugués. Su labor en el corte y la recuperación no es reprochable: es un muro. Pero le pierde la cabeza. Cuando se ve desbordado por el partido, la impotencia le vuelve loco. Pese a su calidad, no merece estar en un equipo como el Real Madrid.

Mourinho: La cara y la cruz. Tenerle como entrenador implica soportar su carácter. Desplantes con la prensa, continuas quejas por las actuaciones arbitrales y una sinceridad que raya en lo teatral enervan a propios y ajenos. Capítulo aparte merece el episodio del dedo en el ojo de Tito Vilanova. Si bien es verdad que muchas veces se pasa de la raya, muchas otras el escrutinio al que cada uno de sus movimientos está sometido hace que se exageren actitudes que con otros entrenadores pasarían desapercibidas.



Los que no dan la talla: Lass, Altintop, Coentrao, Kaká, Sahin,... Mourinho no ha conseguido hacer reaparecer al Kaká del Milan, a pesar de que le ha concedido minutos y confianza.

Rui Faria: El escudero de Mourinho. El que grita más que el míster para que no le expulsen. Su guardaespaldas, el que se lleva las tarjetas en nombre de su jefe. Una figura que ha llevado el ridículo al banquillo madridista.

1 comentario:

  1. Muy bien, tirando de imparcialidad pese a dejar ver los colores jeje yo creo que has acertado en todas las claves, y en todos los puntos negativos también :)

    PD: "pito"...

    Fdo: Rub_na

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