El Rey Rudy

TAU VITORIA 80 - DKV JOVENTUT 82

Mucho se ha dudado de la justicia en el baloncesto. Pero hoy no toca. Hoy la Copa se la ha llevado el mejor equipo, el que mejor juego ha desplegado durante toda la competición, el que se ha enfrentado a la marea del líder de la ACB y al viento del anfitrión del torneo y no se ha arrugado. Hoy la Copa del Rey se la ha ganado a pulso el DKV Joventut.

Durante todo el primer cuarto dominó la igualdad, pero en el segundo el TAU se dejó llevar en volandas por su público y alcanzó los 12 puntos de diferencia (28-16, min.16), en lo que mucho tuvieron que ver los excesivos fallos del DKV desde más allá de la línea de 6,25. Los verdinegros jugaban a remolque. Pero a falta de 4 minutos para el descanso, los de Badalona despertaron. Habían llegado hasta aquí y no iban a tirar todo el trabajo por la borda. Lío y cuatro tiros libres para Rudy Fernández, que por cierto, clavó. La hora de la remontada había llegado.

El descanso cargó las pilas los de Badalona, sobre todo a Rudy, protagonista indiscutible de la segunda parte. El mallorquín había prometido un título a su afición, y tenía que cumplir su palabra. Se echó el equipo a la espalda y se convirtió en la peor pesadilla de los vitorianos con 32 puntos que le dieron el MVP.

Aunque no fue hasta el último cuarto cuando consiguió la Penya ponerse por delante. ¿Y de mano de quién? De quién va a ser: de él, del escolta, del mejor jugador de nuestra ACB, del más valioso de esta Copa. Tres tiros libres, y los tres dentro (62-64, min.34). La lucha se volvió cada vez más encarnizada, el Joventut aumentaba la diferencia y el TAU metía la quinta para recortarla. A falta de tres minutos, el marcador del Buesa Arena mostraba 74-74. Rudy apretaba y Teletovic, soberbio en los triples, respondía sin titubear (77-78, min. 38). La afición se comía las uñas y en los banquillos los nervios estaban a flor de piel. A falta de apenas 25 segundos para el final los árbitros señalan una personal sobre Ricky Rubio. Los que no le conozcan podrían haber dudado de él, de su madurez, de su seguridad, de sus 17 años. Pero repito: los que no le conozcan. Porque a Ricky, al genio, no le tembló el pulso: 77-80 y media Copa en el bolsillo.

La pelota estaba ahora en el tejado de los vitorianos. Se agarraron como un clavo ardiendo al killer Teletovic, que hasta ahora no había fallado. Hasta ahora. El que no erró fue Mallet desde la línea de tiros libres, 77-81 con el tiempo prácticamente cumplido. Para maquillar el resultado y para dar fe de la igualdad que durante todo el partido se había vivido sobre la pista, Prigioni metió su triple. Pero ya era tarde. Invasión de pista y Rudy tendido sobre la cancha. No se lo creía. Y todavía faltaba medio segundo, detalle del que nadie se había percatado. Daba igual. Las sonrisas, los gritos, las lágrimas, el "campeones campeones" estaban ya servidos sobre el parquet.

La Copa toma rumbo a Badalona. Y qué mejor capitán que Rudy MVP Fernández.

Mención especial también para Aíto García-Reneses. Todo un grande.