El alemán Reichmann intenta superar a Karabatic durante el partido.| Alberto Estévez
Contra todo pronóstico, Francia es segunda. Esto significa que en cuartos de final podría cruzarse con la selección que quede líder del grupo D, el de España. Esa primera plaza se la juegan mañana los de Valero Rivera con Croacia en la Caja Mágica (19.00, TDP).
La Mannschaft salió a la pista del Palau algo pasada de rosca. A los 13 minutos ya habían sufrido hasta cuatro exclusiones, dejando incluso a los franceses con doble superioridad numérica. A pesar de ello, no se vieron castigados por su rival, que desaprovechó esta ventaja para irse en el marcador. Karabatic, con cinco goles, y Guigou, que se lució desde la línea de siete metros, destacaban en Francia. En Alemania la cosa estaba más repartida. Los galos, continuamente animados desde la grada con gritos de “Allez les bleus!”, intentaban abrir el campo y jugar con los extremos. Alemania prefería combinar hasta encontrar huecos por el centro. La madera frenó sus aspiraciones en cuatro ocasiones durante el partido.
El recurso que los dos equipos aprovecharon a la perfección durante los 60 minutos fue el de las contras: al término de los primeros 30 minutos, ambos equipos habían logrado un 100% en efectividad (3/3 los galos y 4/4 los germanos).
En la segunda parte, Claude Onesta, el técnico francés, apostó por sentar a Omeyer y poner a Karaboue en la portería. El jugador del Toulouse no empezó con suerte. Recibió tres goles consecutivos (un parcial de 0-3 para Alemania), que Francia pudo remontar gracias a unos buenos minutos de su extremo Abalo, sobre todo al contraataque (22-22, min. 38).
Entonces los germanos metieron la sexta marcha. Alemania aprovechó las sucesivas pérdidas de balón de los galos (pasivo, pasos, falta en ataque), rompió el 6-0 francés y obtuvo la máxima renta del partido: 22-27 en el minuto 46.
Entonces los germanos metieron la sexta marcha. Alemania aprovechó las sucesivas pérdidas de balón de los galos (pasivo, pasos, falta en ataque), rompió el 6-0 francés y obtuvo la máxima renta del partido: 22-27 en el minuto 46.
Onesta vio que a los suyos, que llevaban siete minutos sin anotar, se les iba el partido. Pidió un tiempo muerto y, en la reanudación, Francia tiró del orgullo del que tiene dos oros olímpicos y cuatro Mundiales en su haber. Accambray y Karabatic redujeron distancias (24-27, min. 48). Los siguientes minutos fueron un intercambio de golpes. La renta alemana basculaba entre uno y tres goles. A falta de tres minutos, los galos desaprovecharon un siete metros que detuvo Lichlein con 29-31 en el marcador. Abalo compensó el error de su compañero Honrubia con una recuperación trascendental que acabaría con la pelota en las mallas de los alemanes. El autor fue Karabatic, que cargó con todo el peso del ataque francés en estos últimos compases.
Francia tuvo el primer puesto en sus manos. A veinte segundos para el final y con los galos uno abajo (30-31), Karaboue frenó el disparo de Christophersen. Los de Onesta tenían la posesión. Podían empatar. Balón para Karabatic que el de Montpellier nunca llegó a recibir. Alemania interceptó el esférico y culminó su sensacional partido con un gol de Groetzki.
(Publicado en As.com. Aquí lo puedes ver)
Francia tuvo el primer puesto en sus manos. A veinte segundos para el final y con los galos uno abajo (30-31), Karaboue frenó el disparo de Christophersen. Los de Onesta tenían la posesión. Podían empatar. Balón para Karabatic que el de Montpellier nunca llegó a recibir. Alemania interceptó el esférico y culminó su sensacional partido con un gol de Groetzki.
(Publicado en As.com. Aquí lo puedes ver)
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