Aquí os dejo la crónica del Nigeria-Mali que escribí para As.com, por si queréis ir abriendo boca antes de la final de esta tarde (y que se podrá ver en Eurosport, como toda la competición).
Nigeria golea a Mali y pasa a la final de la Copa de África
Las 'Águilas Verdes', que hilaron y encontraron espacios a su antojo en campo contrario, se fueron al descanso con una ventaja de tres goles en el marcador. Mali no reaccionó.
Ahmed Musa supera al portero de Mali en una jugada de la semifinal de la Copa de África. / ALEXANDER JOE
En los primeros minutos de juego, el encuentro estuvo igualado. Incluso parecía que los malienses se acercaban con más peligro a la portería contraria a raíz de un par de disparos lejanos. Esa sensación no duró más de quince minutos, entonces Nigeria empezó a controlar el partido. Sus jugadores hilaban fácil con los delanteros, que sobrepasaban a la defensa maliense a base de calidad individual. Así llegaron los goles. En el minuto 25, Moses cazó el balón en la banda derecha. Buscó la línea de fondo y, con un giro inesperado, descolocó a su defensor. Sin oposición, metió un centro en paralelo a la línea de gol que encontró la cabeza de Echiejile. El defensa cabeceó casi a bocajarro e inauguró la goleada.
A partir del tanto, Nigeria se hinchó de confianza y tejió una gran jugada combinativa entre Moses, Emenike e Ideye, que remató con la puntera y superó a Samassa. En los siguientes minutos, Mali desapareció del partido. El dominio nigeriano era total. Atacaban con tiros largos, jugadas combinadas, a la contra,… Mali estaba fuera del partido.
A pocos minutos del descanso, Nigeria se relajó. Los dos equipos parecían conformarse con irse al túnel de vestuarios con el 2-0. Para Nigeria, la renta significaba una segunda parte cómoda. Mali pasaba por horas bajas y necesitaba el descanso. Pero el azar no estaba por la labor de irse a las duchas. Emenike se colocó como pichichi en solitario de la Copa de África con un lanzamiento de falta que acabó en la red por pura suerte. Suerte y mala disposición de la barrera, que además de abrirse, desvió la trayectoria del balón y propició el 3-0.
La segunda parte no tuvo historia. Nigeria no vio peligrar la clasificación y jugó con calma y, aún así, Mali no llegaba. Había perdido el timing y las ganas. Las Águilas Verdes controlaban el partido sin oposición. Moses, lesionado, dio el relevo en el ataque a Ahmed Musa. El delantero del CSKA de Moscú salió al campo con ganas a pesar de que ya estaba todo hecho. Metió el cuarto y el árbitro le anuló otro.
Mali consiguió el gol del honor en el 75, obra de Fantamady. Su espigado compañero Diabaté regateó al guardameta nigeriano, pero estaba demasiado escorado para el tiro. Metió el pase atrás y Fantamady remató en carrera. Faltaban quince minutos. Entonces vino a la cabeza de los malienses la hazaña de la Copa de África de 2010, cuando igualaron un 4-0 adverso frente a Angola en la primera fase. La gesta no se repitió. Nigeria reservó fuerzas en los últimos minutos y los malienses cogieron las riendas del partido. Nada cambió.
Nigeria, que vivió su época dorada en los años 90 —ganaron una Copa de África y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta— se planta en la final de la competición con el extra de confianza que dan las goleadas, aunque con la incertidumbre de que dos de sus mejores jugadores, Emenike y Moses, tuvieron que abandonar el campo antes de tiempo. Su rival será Burkina Faso, que se impuso a Ghana en la tanda de penaltis.
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